La boda de mi mejor amigo

...Con un vestido negro y escotado estaba yo entrando al templo donde se casaría mi mejor amigo, puse un pie dentro, di una mirada panorámica para escoger la banca en la que me sentaría, estaba peinando la zona en busca de alguien conocido para sentarme junto a él o ella y de pronto mi mirada tropezó fuertemente con la de él, era Iven que me miró y me sonrío amablemente, tambien yo le sonreí, levanté mi mano en señal de saludo y sentí ganas de quitarme los tacos y echarme a correr, pensando que estaba su horrible enamorada con él, pero lo vi sólo, y una fuerza interna me empujó al lado contrario de él y me senté al otro extremo, sola, tenía una larga banca para mi sola, apreté fuerte mi cartera llena de 'arroz costeño' pelé un caramelito de halls, me lo heché a la boca e involuntariamente mis dientes lo hicieron polvo en un microsegundo, mis manos chorreaban sudor, estaba muy nerviosa, lo ví de lejos él solo en una banca, de pronto se le acercó Manuel, uno de los pocos amigos que tenemos en común; cuando lo ví acompañado y distraído me paré para divisar al Novio y saludarlo, el novio estaba sumamente guapísimo, hasta me dije cómo es posible que no me haya fijado en él antes, pero bueno, lo saludé de lejos, me senté y llegó la Novia, pero ¡Qué hermosísima Novia!, wuau!, jamás había visto una novia tan bella, sólo en las revistas, la vi radiante, sonriente, feliz, entraba con 6 angelitos, dos que hechaban flores abriéndole paso a ella y 4 que levantaban la larga cola de su vestido, la novia estaba preciosa al igual que el novio, de pronto volteé a ver a Iven y él estaba tomando fotos con su celular, no crucé mirada con él.
Escuché toda la misa como buena católica, sin dormirme,luego a la salida me junté con la familia de la novia para tirarle arroz a los novios, mis ojos buscaban desesperadamente entre la multitud a Iven, pero no lo ví, se había ido mucho antes que terminara la misa, quizás su monstraza lo llamó y el pisado se quitó o seguro tenía guardia en el hospital, o se habría palteado al ver a todos tan elegantes y él con jean y un polo verde petroleo que más parecía grifero de Petroperú, ¿cómo se le ocurrió ir así a un Matri, ¡qué cabeza de chorlito!.
Iven se había ido, y todo el rato no pude dejar de pensar en él, era la quinta vez que le veía en un año y 2 meses, la primera vez subió al mismo micro que yo, pero no me vió, se fue pal fondo, subió gente como miércoles y no nos vimos, la segunda vez lo vi en el paradero, no me vió tampoco, la tercera vez lo vi cuando estaba yo paseando por el jirón de la unión con unos amigos yo estaba de ida y él venía de la mano con la fea de mierda de su enamorada y yo me hice la cojuda que no lo había visto y me pasé de largo, ese fue el día en el que sentí el dolor más grande de mi vida; la cuarta vez, otra vez en el micro, ésta vez conversamos después de 1 año de no hablar ni por teléfono ni por mail ni por nada, (por mail imposible, él me eliminó del msn el muy csm!)y me reprochó haberle volteado la cara en el jr. de la unión, jajaja.. ¿qué quería? que le saludara a él y la monstra... nooo porfavor!!.. pero no le dije eso, sólo le dije que no lo creía apropiado y punto. Ahora la quinta vez sólo un hola de lejos y él se fue corriendo, ¡qué triste!, pero por una parte mejor, así no me fregó el cerebro mas de lo que ya lo había hecho con su sola presencia.
Yo que minutos antes de la ceremonia me moría de hambre, vi desfilar muchas bandejas con hartos bocaditos frente a mí, pero no cogí ninguno, sólo los miraba con indiferencia mientras bailaba una salsa sensual con el hermano de la novia, y el hermano de la novia... es otra historia a parte, un chico de los que ya no hay, soltero, simpático, alto, profesional, noble, buen bailarín, pero tiene un defecto, (¿por qué no puede ser perfecto?) no tiene manos grandes, pero ese no es impedimento para intentar algo, sino que sólo me gusta como amigo, me gusta mucho conversar con él, bailar con él es lo máximo, hasta puedo posar con naturalidad para las fotos junto a él, pero al corazón no le puedo engañar, Iven sigue enterrado en mi corazón, no sale ni con aceite, cuando se fue me dejó un vació más grande que el agujero de la capa de ozono, tan grande es ese vacío que hasta ahora no lo puedo llenar y me causa dolor, todavía mucho dolor.